1 de noviembre de 2006
Al final no fui al concierto de Monotors. Me deprimí un poco esa noche y estaba muy cansado. Me metí en la cama muy pronto y no dormí casi nada. Supongo que también estaba noqueado pues la computadora de trabajo en casa dió un pantallazo azul y no volvió a arrancar. Las encantadoras «Blue Screen of Death».
El sábado por la mañana trabajé y no pude ver que había pasado hasta por la tarde. Al final, lo peor que podía ocurrir. El disco duro principal dejó de funcionar. Cogimos el coche y nos fuimos al Puerto en busca de uno nuevo, a una tienda que odio pero que está abierta hasta las 10 de la noche los sábados. Ahora la destesto más, unos cuantos cientos, muchos, de metros cuadrados dedicados a la informática y no tienen discos duros decentes. Los que tienen, de marcas poco fiables, antiguos y caros, un 100% más caros. Pánico en la ciudad de los pcs. Esta vez si que no vuelvo mas. Menos mal que nos acordamos de otra, cerquita, y que si que estaban abiertos y bien pertrechados.
Me he pasado varios días rehuyendo la evidencia. Como si se tratase de un asesinato en el que es probable que seas el único sospechoso y sobre el que no te apetece investigar ni una pizca. No deseaba saber que información había perdido. o… ¿cuanta? o… cuanta de ella es insustituible. Estas cosas siempre te pasan en el peor momento. Llevaba un par de semanas intentando sacar tiempo para sincronizar los archivos de este pc y el portátil, buscando algun programa que lo hiciese, intentado configurarlo, revisando información sobre discos duros externos que pudiesen servir de alivio y copia de seguridad…y pasó. No quiero pensar en la intuición, en qué era aquello que me impulsaba a pensar en estas cosas.
Han sido 160Gb desaparecidos. Completitos, rellenos de maravllosas series estructuradas de ceros y unos. Ficheros gráficos, música, correo electrónico…. el tipo de limpieza que nunca te atreves a hacer por mucho que estés saturado. Borrón y cuenta nueva. No recuerdo haber perdido otro disco duro anteriormente. Al menos en mucho tiempo. Solo tenía un par de años y el análisis forense me induce a pensar que murio mordiendo el polvo.
Le había colocado un sistema de refrigeración, pensando que trabajaría mucho y duro. De esos compuestos por un par de ventiladores que se adosan al disco sobre una estructura de aluminio o similar. El problema creo que era el sentido de giro. Incluso podría pensar en un fallo de diseño. En vez sacar aire hacia fuera, lo precipitaba sobre el disco y con él, millones de partículas de polvo que habían formado una esponjosa y mullida película sobre la superficie del disco, en la parte de la circuitería. Quizás es que estaba mal colocado. A ver si alguién me aclara esto. Lo mismo tendría que haberlo puesto en la otra parte del disco, pero pensé que ésta se calentaría más, por la circuitería. El disco mordió el polvo, seguro, y bien. Tiene que haber sido eso. En algún momento alguna chispa consiguió crear un arco voltaico a través del polvo y fundió algun chip. Yo que sé. Pero tuvo que ser el polvo.
Un nuevo Seagate Serial ATA de 300 Gb lo ha sustituido. Esta vez no le he puesto refrigerador. Si tiene que morir que muera de un calentón bien merecido. Me planteo adquirir algún sistema de respaldo de datos pero sé a ciencia cierta, que el problema no está en el medio, que me podrían servir unos simples dvd regrabables, y que el problema es que vamos en moto de una cosa para otra, y que un ordenador es como una casa, que hay que limpiar, ordenar y poner a salvo lo que se precie de vez en cuando. Otra cuestión de tiempo y ganas. Espero os sirva de advertencia. Cuidad vuestros discos, los de vinilo y, en especial, los duros.
20 de octubre de 2006
Hoy es el primero de los dos conciertos de despedida que Monotors han pensado dar para decir adios. Así es, lo van a dejar. Una de las bandas más valoradas de la provincia sorprende con esta decisión. Y duele, llevan tanto ahí y para todos eran una agradable referencia. Hace tanto tiempo que nos acompañan y regalan su vibrante quehacer. Sus 2, 3 o 4 conciertos anuales siempre eran momentos reseñables en la cotidianidad del sueroeste extremo que nos ha tocao vivir.
No es cuestión de apenarse en exceso. Pero duele, como si te dejase una amigueta de esas con las que tienes contactos ocasionales y que resulta fantástica para alibiar tu libido. No la volverás a ver. No más dosis de rock’n’roll monotorizado.
Tampoco creo que esta noche se pase demasiada gente por el concierto. Ya sabemos lo poco que se publicitan. Será como una reunión de amigos a la que no se si me apetece ir. No hay nada que celebrar. No suelo ir a los funerales.
De todas formas, lo más seguro es que nos veamos esta noche por la Calabaza Mecánica en Rota. El entierro definitivo será el próximo sábado en el Puerto de Santa María. Otra gira por la Costilla, que diría Migui.
18 de octubre de 2006
«I hear the rain. I hear the rain.
I hear the rain.
Got to kill the pain…»
Ha estado lloviendo todo el día. Y quizás parte de anoche cuando dormía. Ha llovido por intervalos, pero constantemente. Ha llovido en sinfonía. Ondulantemente. Sin viento. Una lluvia muy húmeda, más aún que el agua. Y todos nos fuimos a casa temprano.
Ha llovido de pronto. De un día para otro, tras toneladas de sol de otoño. Ha llovido intensamente como hace mucho no lo hacía. Han caido ricas gotas de agua fresca. Son las primeras lluvias. No hemos visto el sol, pero nadie parecía triste.
Me alegro de haber paseado el domingo. Del baño de luz que recibí caminando junto al mar. Me alegro de los músculos de las piernas cansados. De haberme adelantado a la lluvia.
Y dicen que ha llovido mucho. Más que todo el otoño pasado. Y nadie parecía triste. Y me gusto el agua que corría calle abajo. Ya llegó el otoño.
Y oigo la lluvia.
15 de septiembre de 2006
Animado a escuchar podcasts para soportar las peores horas de tedio en el trabajo, fui a parar a la página de la discográfica Anti («real artists creating great recordings on their own terms», algo así como «artistas de verdad crean excelentes grabaciones a su manera», casi nada), pues había bajado hace tiempo un muestra musical de su catálago y quería saber si habían seguido realizando algún otro podcast desde entonces – 🙁 parece que no – .
Enseguida se me iluminaron los ojos con chiribitas: ¡Nuevo trabajo de Tom Waits!
Más bien habrá que esperar hasta noviembre, día 20 de Europa, para reencontrarse con el compañero musical de las noches de invierno, con sus baladas para perdedores, sus tarantelas y vals marcianos, sus nanas para niños de cuarenta años…
Vuelve y es poco probable que nos defraude, esta vez acompañado de huérfanos, que por serlo tienen licencia para alborotar y gritar, bastardos de una realidad inventada en la mente del amigo Waits. Seguiremos esperandole… waiting for Waits!
11 de septiembre de 2006
Ayer fue una día de reencuentro con «la noche». Hacia mucho que no salía de trasnoche e inesparadamente acabé en la calle cuando ya estaba dispuesto a meterme en la cama.
Tomamos unas cervezas en la Tasca Tirapu y de allí al Meteoro, por la puerta de atrás, como siempre.
La excusa para salir era que un par de miembros de Bombones, la excelente banda sevillana, se pasaban esta vez como djs. Y su sesión resultó tan contagiosa como lo son sus conciertos como grupo. Los dos no pararon de bailar y divertirse en la cabina durante toda lo noche. Buena señal, pues si no te diviertes con la música que pinchas, mejor que dejes de hacerlo. Su actitud se contagió y poco a poco la pista se fue llenando y así permaneció toda la noche. Bailamos y bebimos durante toda la madrugada, propulsados con el cóctel musical que brotaba de los altavoces: un poco de todo, soul, pop y rock, en versiones remozadas y muchos clásicos que la gente coreó vehementemente. La noche fue muy divertida y acabamos derrotados de cansancio. Supongo que debería salir más…
A Bombones les pregunté si estaban preparando algo nuevo y dijeron que tendríamos que esperar hasta principios de año. Por ahora, podemos seguir disfrutando de su fantástico primer y único largo «Bombones» y del Ep «A Love Supreme».
28 de agosto de 2006
«Parece que estamos de cambios. O hay necesidad de ellos. Hace unos minutos me he afeitado las largas barbas que han quedado sustituidas un patillas medianas y una barbilla circular.
Ayer recuperé unas plantillas para WordPress que había encontrado en …»
Esto escribía hace un par de semanas. Las patillas perviven pero la barbilla está quedando enterrada por la pelambre que crece presurosa bajo las quijadas. El cambio de imagen duró poco pero se extendio al mundo binario y desde hace unas semanas lucimos nueva apariencia en la bitácora. Estuve revisando plantillas por ahí pues no tengo tiempo para investigar ahora como hacer una desde cero y resolver todos los problemas que suelen acarrear. Y de todas las que encontré decidí quedarme con una plantilla llamada «Falling Dreams» obra del rumano Razvan Teodorescu. A dos columnas, de escasa anchura pero muy clara en los contenidos, con barra de navegación a la derecha y una amplia cabecera perfecta para una imagen que puede cambiar aleatoriamente al saltar de página.
Con el tiempo pretendo ir modificándola para darle un toque más personal. Ya veremos. Por cierto la bitácola del Sr. Teodorescu, http://teo.esuper.ro/, en inglés y trufada de divertidas fotografías y videos merece la pena. La voy a añadir a mi Blogroll.
También, con la intención de incluir contenidos fotográficos e imágenes, he añadido una galería. Para ello he utilizado un simple pero efectivo «plugin» llamado «fgallery«, obra de Fredrik Fahlstad, un programador sueco. Pequeña pero matona.
Todos estos cambios han consumido el poco tiempo disponible y no he podido escribir prácticamente nada. Espero que los tiempos de cambio, al menos los estéticos, concluyan y puede exprimir mi masa encefálica en otras direcciones.
20 de agosto de 2006
El pasado viernes asistí a la inauguración de la exposición que se ha organizado para mostrar los trabajos de cartelería realizados durante el año de vida del Club Meteoro de Rota. Esto en los locales de Arttiva, en la calle Castelar de Rota.
La idea de la exposición «Meteoro Ficciones» surgió por la amplia aceptación de los trabajos entre el público. Casi se ha creado una cierta expectación sobre el próximo cartel, pues siempre sorprenden y resultan divertidos e interesantes. La cartelería se basa en ideas originales, con amigos que posan caracterizados en función de la idea perseguida. Luego viene el trabajo de maquetación en Photoshop.
Suelen publicar un cartel al mes como agenda de djs y conciertos, y algunos otros para ocasiones especiales como fiestas, actuaciones, etc. Dado que me los envían por correo electrónico he decido crear una galería de fotos donde incluirlos. También puedes verlos cada mes en meteoroclub.com.
Si te has perdido muchos, realmente merece la pena pasarse y echar un vistazo. Sonreirás y te divertirás con la personal creatividad del equipo gráfico del Meteoro, Pepe Crespo y Esperanza Bernal.
9 de agosto de 2006
Ayer dejaron el primer comentario en la bitácora. ¡Qué bien! Alguien llamado Diplovertebron o Polacanthus al que suelo encontrarme de vez en cuando por la calle en las idas y venidas al trabajo. Siempre es un placer charlar con él un rato, nos conocemos desde niños y disfrutamos de cierta habilidad para intuir lo que piensa el otro.
No puedo dejar pasar la ocasión de incluir a continuación su comentario, merece ese honor, seguro que os deja tan alucinados como a mi. Habrá que hacerle algunas preguntas:
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Hola Rafa. Tal y como te prometi hago, demorado pero solemne, acto de presencia en tu rincón vital. El texto que expondré a continuación poco o nada tiene que ver con el tema desarrollado más arriba ¡Ja, Ja, Ja, pero que coño importa!
“Cuando la sangre de los impuros esté fría, al final de las masacres, y la tierra se haya recompuesto del todo, se cubrirá de flores y frutos nuevos y Yo me mostraré como Señor de Vida.
¡Grande será mi esplendor dentro de la armonía maravillosa, en el día de mi renacimiento!
Es cierto, yo derribaré el obstáculo de aquellos que, hostílmente aliados contra mí, tejen insidias para rechazarme…
¡Demonios, que reptáis sobre vuestros vientres, sabed que Yo soy plenipotenciario del Señor de los Señores, vengo la causa de Osiris!”
Fragmento sacado del Libro de los Muertos Egipcio.
¡Qué Ra te ilumine!
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Vamos a necesitar algo más que la ayuda de Ra: ¿quienes son los impuros? ¿cuales serán las masacres? ¿qué insidias se tejen? ¿quienes son los hostilmente aliados contra el? y sobre todo… ¿cómo escribieron ese libro si estaban muertos?
9 de agosto de 2006
La semana pasada fuimos al cine. No sería noticia si no fuese porque hacía mucho que no ibamos. Somos un grupo de 3 amigos y solemos ir, al menos, un día a la semana. Eso en invierno, en verano es mejor dejarlo por el calor, la decrepitud de la cartelera y otras circunstancias estivales.
Ir en rebaño tiene sus ventajas. Seleccionamos la película entre todos, utilizamos un único coche para desplazarnos, cada día paga uno de una manera azarosa, al finalizar la película podemos comentarla si apetece,…
Al plantearnos ir, había que decidir entre la película de los cochecitos de Pixar/Disney y Superman. Esa es toda la oferta en la costa noroeste de Cádiz, las demás mejor no tenerlas en cuenta. Alguién nos había comentado que las nuevas aventuras del tipo con S en pecho no estaban mal y yo había visto un anuncio de los cochecitos que no me había gustado mucho. También al parecer en la prensa no la ponían mal. Pues fuimos.
Hacía tiempo que no sentía tantas ganas de salir de una película. La nueva entrega del señor S es de lo peor que puedas imaginar. Plana, aburrida, melosa,… puro bostezo y, encima, larga. ¿cómo se les ocurre volver a estas alturas con un bodrío así? Es como si hubiesen querido continuar con la saga pero hace diez años, ignorando todo lo que ha ocurrido con el cine de superhéroes desde entonces. Podría haber sido una buena apuesta, si aún se trata de llevar al cine las páginas de un cómic clásico, pero ha fallado el estilo estrepitosamente.
Quizás nos hemos acostumbrados a demasiados y excelentes efectos especiales, pero no es sólo eso. ¡Vaya guión! ¡Vaya nuevas aventuras!. Seguro que hubiese sido mejor optar por los «cochecitos», aunque desde que fueron adquiridos por Disney, siempre tendremos la duda de hasta donde va a llegar la imaginación y la creatividad de la factoría Pixar. Por cierto, «cochecitos» o coches, es decir, «Cars» ¿sonará alguna canción de los magníficos Cars de Ric Ocasek en la banda sonora? Sería un bonito guiño.
Habrá que esperar un par de semanas, cuando las salas estén deshabitadas y «la caló» nos conceda ganas para ir hasta el cine más cercano. Y, a veces, son unos cuantos kilómetros.
PD: Si hay cine en mi localidad, pero la gravedad no me permite acceder a sus salas. Bueno, si, pero… ¿a quién le gusta ver una película en primera fila?
2 de agosto de 2006
Con mucho retraso, es lo que escuchaba hace un mes, pero ahí van algunas de mis escuchas:
Bajo la aguja:
– Tom Verlaine – Tom Verlaine (1979)
– Los Grandes del Jazz Vol.17 – Big Joe Turner, Buck Clayton, Stuff Smith, Memphis Slim (1961)
– Los Grandes del Jazz Vol.37 – Francy Boland, Sahib Shihab, Joe Harris, Kenny Clarke (1957-59)
Bajo el láser:
– If You’re feeling sinister – Belle and Sebastian (1996)
– Tallulah – The Go-Betweens – (1987)
– Atlantic Rhythm & Blues Vol. 4 – Varios (1958-62)
– Mystery Girl – Roy Orbison (1989)
– Black Music for White People – Screamin’ Jay Hawkins (1991)
Sigo en la línea de recuperar discos en vez de buscar nuevas sensaciones. Y es que obtengo más placer en ello que en rebuscar nuevos valores que no sugieren nada. En cuanto a los vinilos, entre los que me regalaron fue una grata sorpresa encontrarme con el primer disco de Tom Verlaine, obra que no conocía, a pesar de ser uno de mis artistas favoritos tanto por su obra con Television, una de las mejores bandas de la historia, como por su trayectoria en solitario. Es del año 1979 y contiene joyas como «The Grip of Love», «Flash Lighting» o «Breakin’ in my heart». Muy aconsejable. Si queréis curiosear a fondo en la obra de Tom Verlaine y cia, hay una excelente web al respecto: http://www.marquee.demon.co.uk/. El resto de los vinilos han sido de Jazz, de una vieja colección editada en España por la editorial Sarpe, Los Grandes del Jazz, que incluia vinilos con curiosas grabaciones en directo. No tengo mucha expericia respecto al Jazz, y probablemente sean grabaciones de segunda fila pero me sirven para acercarme a este estilo y después buscar otras obras más relevantes de los músicos que me llaman la atención. Un bonito regalo de mis sobrinas y mi hermano, nada más que 100 discos. Respecto a los cds, han sido muy variados. El segundo disco largo de Belle & Sebastian me parece excelente y se lo aconsejaría a todo el mundo. No tiene sentido resaltar ninguna canción. Escuchen y disfruten.
La noticia de la muerte de Grant McLennan me dejó fatal. El pasado 6 de Mayo el compositor australiano nos dejó mientras dormía en su casa de Brisbane. Una gran pérdida para todos los amantes del pop. Siempre he sido fan de Go-Betweens. Amo sus seis primeros albumes y empiezo a amar aquellos que han publicado después de su reciente reunión. No es fácil volver a la actividad facturando tan buenas canciones. Robert Forster ha tomado la decisión de cancelar la banda. Creo que es lo mejor. Tomé «Tallulah» y lo escuché con todo mi corazón. Me alegro mucho de haberme desplazado hasta Madrid con la única excusa de verlos hace un par de años (junto a Teenage Fanclub, que no estuvieron a su altura y eran los cabezas de cartel). Gracias Go-Betweens.
El volumen 4 de los 7 que componen la colección Atlantic Rhythm And Blues 1947-1974 está dedicado a los años 1958 a 1962. Como los demás, es puro jugo de la música editada por el fantástico sello Atlantic durante aquellos años: La Vern Baker, Ray Charles, The Drifters, The Coasters, Ben E. King, Solomon Burke,… Originariamente editados en una maravillosa edición en vinilo, la reedición en cd fue bastante pobre e incluso por motivos de capacidad se vieron obligados a descartar algun tema (los vinilos eran dobles). Suerte tenemos los que compramos algunos. De todas formas 100% aconsejables en el formato que sea. Pura gloria negra. Along Came Jones….
Siempre he tenido debilidad por Roy Orbison. Y creo que su música se la merece. No era Elvis, ni Cash, ni Lewis, ni siquiera Holly, simplemente Roy, con sus gruesas gafas negras y su ropa a juego. Pocos como él tenían argumentos para vestir de negro. Y que voz. Y que canciones. En 1989 sus amiguetes intentaron recuperar su carrera con este disco que lejos de ser un mero refrito, es una excelente obra repleta de momentos excelentes.
El último momento musical de estos días pertenece al locajo de Screamin’ Jay Hawkins. Nada más por el título merecería curiosear este diso: «Música Negra para gente blanca». Fechado en 1990 es eminentemente un album divertido en el que el majara de Hawkins se lo pasa bien interpretando aquella música que le gusta. Incluso hay un par de temas bailables para ponerse al día, una nueva versión de su clásico «I put a spell on you» (Te maldije) y el funkero «Strokin'» (Acariciando), y un par de versiones de Tom Waits , «Ice Cream Man» (El Vendedor de Helados) y «Heart Attack and vine» (Infarto y Vid, ?¿). No son sus clásicos de los 50, pero entretienen y divierten.
Por cierto, las traducciones de los títulos admiten sugerencias.