Desde el iphone
Probando las nuevas tecnologías… Os dejo una fotografía desde ese desconocido llamado mascaiphone
Lo más parecido a una ración de «tarta de mar».
Probando las nuevas tecnologías… Os dejo una fotografía desde ese desconocido llamado mascaiphone
Lo más parecido a una ración de «tarta de mar».
«Ya en el siglo XIX el fisiólogo Karl Vogt afirmaba que el cerebro humano segrega pensamiento como el estómago jugo gástrico, el hígado bilis y el riñón orina.» Nolasc Acarín Tusell («El cerebro del rey»)
Me he levantado temprano. Me he lavado. Da mucha pereza pensar en dormir 5 horas. Anoche miraba el reloj con terror. Ahora me siento bien, sienta bien levantarse temprano. Incluso he encontrado un hueco para dejar un mensaje aquí. Ventajas del déficit en sueño.
Sobre la mesa me he encontrado con el teléfono inalámbrico. Llevaba toda la noche allí y debe estar hambriento. Lo dejo caer sobre su base y un agradable «beep» me indica que empieza a alimentar sus baterías.
También estaban sobre la mesa los dos teléfonos móviles. Recuerdo que ayer estaban cortos de energía y los voy uniendo minuciosamente a los extremos de los cables de sus alimentadores. «Tenéis media hora, alimentaos tranquilos.»
Pongo el dedo unos segundos sobre la fuente de alimentación hasta que me saluda con otro pitido, no tan agradable. Un poco más arriba un cubito negro espera también mi dedo para que sus seis pilotos verdes empiecen a danzar hasta queda exhaustos y quietos. Emite otro beep agradecido.
Alzo el cuerpo y destapo la gran caja negra para acceder a ese interruptor que lo hace saltar de alegría. Lo pulso con intensidad y la pantalla comienza emitir destellos. He olvidado desconectar el disco usb y recuerdo que entonces el arranque se paralizará. Lo desconecto y busco el botón de reinicio.
«Ubuntu, ubuntu, ubuntu, …» me saludan los núcleos y debo pulsar la flecha abajo hasta encontrar el «Windows XP».
La electricidad recorre rauda miles de metros de pistas de cobre, ceba infinidad de condensadores, satura millones de transistores y la vida inicia un nuevo ciclo cotidiano.
Despertares digitales…
Estaba este cartel por ahí de una sesión anterior, le ganó el de la vespa, y me han pedido utilizarlo para la próxima pinchata de Dj Monotors, el Jueves que viene. Dada la calidad la música que los Monotores suelen poner y las escasas ocasiones para escuchar rock’n’roll y derivados en compañía de otros y de un par de cervezas, no deberíamos faltar. Espero no tener una excusa para no ir el próximo jueves y disfrutar de vuestra compañia. Nos vemos por allí.
Uno de los carteles más rápidos de la historia. Me gusta. Bueno, tengo prisas, rehabilitación y luego la gran final: Manchester-Barça. Nos vemos
Aquí estoy escuchando playitloud.es, un consejo de V. Creo que me mandó el enlace hace tiempo pero por falta del mismo sólo pasó a engrosar los favoritos (y de eso va esta entrada). Hoy me lo ha vuelto a recordar, ella también lo escuchaba, y me he decidido.
Estoy pegando oreja al primer episodio. Supongo que es un resumen de lo que se podrá escuchar en los siguientes y me parece que voy a escucharlos (ya van por el 11). Si te encantan Elvis Costello y Nick Lowe, este es tu podcast.
Sigo con muy poco tiempo y por ello no escribo. Absurdo, dada mi situación actual, pero tiendo a ocuparme o quizás debería decir sobreocuparme. Un defecto como cualquier otro, pero un tanto molesto.
En mi vida, todo son colas (ya no sé si FIFO o LIFO o puro desorden): unas cuantas decenas de películas esperando ser vistas, unos cuantos cientos de discos esperando ser oídos, no menos de 50 libros, miles de papeles deseando ser revisados, tiestos por doquier, unos cuantos discos duros pendientes ser digeridos/ordenados…. No tengo remedio.
Y me daría igual si esto no acabase adquiriendo cierto tono enfermizo. El «tiempo libre» no es más que una tragedia de elección… a qué le meto mano. Quizás no sea tan imbécil como para que me acabe afectando en exceso, pero me noquea a ratos y disfruto menos. Debería hacer todo un ejercicio de limpieza y sacudir la carga, pero… quién quiere perderse algo hoy en día.
La sociedad del exceso no sienta bien, es más bien una eterna e insoportable indigestión. Me voy a poner a dieta, cueste lo que cueste.
Es inevitable… too much to enjoy (too little time)
Pues si que es un momento sublime, construido únicamente con azúcar, harina, canela, huevos y nata montada.
Cuando era pequeño, y en mi pueblo había tren, durante los viajes al médico de la capital había un señor que vendía mostachones mientras el tren avanzaba con su parsimonioso traqueteo. Con tan desagradable destino, mi madre no podía negarse a comprarme un mostachón. Imposible olvidar el olor, el sabor y la textura de aquellos mostachones que no querían desprenderse del papel que les servía como base de horneado y como envoltura. Hermosa batalla era aquello de comerte el mostachón. Con suerte ibas arrancando el bizcocho a pellizcos y luego utilizabas la boca para hacerte con los restos, arrastrando la nariz sobre el papel y los restos del bizcocho. Um…
Éstos, puestos al día con nata, tiernos y dulces también merecen la pena, aunque se perdió la miel. Nunca olvides parar en Utrera si pasas cerca y tampoco estaría mal que te acordases de mi. Je, je, …
Bueno, esto si que es dejadez. No quiero ni contar el tiempo que hace que no escribo por aquí.
La única excusa es EL TIEMPO. Quizás no la única, pero si la principal.
Han cambiado muchas cosas en los últimos meses y probablemente vengan de camino algunos que otros «changes». También con el tiempo brotarán al escribir y os iréis enterando. En resumen, he estado muy ocupado y en un extraña posición vital que no me permitía mas que estrés y malestar a ratos.
Es momento de reemprender la marcha, así lo siento desde ayer que no se por qué razón se me activó una neurona que antes dormía meditabunda. Bueno, veremos cuanto dura despierta. Esto no es broma, algo hizo clic en mi cabeza ayer, ¡en serio!.
Deudas. A «V» aún se le debe su recopilatorio. Vayamos despacio. Hoy añado un tema.
Se título, ¡chan tata chan!, «Take It Easy» y es interpretado por Hopeton Lewis. Vaya nombre de tonto de novela negra sureña. Cateto de uno, resulta que no es un desconocido, en su web: «Mr. Hopeton Lewis, International Recording Artiste, Songwriter, Music Producer and successful Businessman», casi nada. Me encanta este tipo de gente que dice de si mismo que ha tenido éxito en algo, aunque sea en los negocios. Ya le echáis un vistazo a este diamante nacido en Kinsgton, Jamaica. Respecto al tema, es una gozada. Aunque su alma ya no tiene arreglo, parece haber caído en las telarañas del gospel y cierta iglesia ejerciendo de ministro redentor, en sus tiempos mozos debió ser un personajillo interesante capaz de interpretar temas tan divertidos como este, con esa bonita voz que a veces me recuerda a Otis Redding. Un simpático y animoso tema jamaicano.
La lista va quedando como sigue:
Nada definitivo, ni en el orden, ni en los temas, seguimos buscando, canción a canción hasta que todo encaje, jeje, jeje….
Habrá que escribir de vez en cuando. Una promesa es una promesa. Me voy a escuchar a los Lyres.
Por cierto, no os fieis de la lista «Otros que giraron». Estoy preparando una selección de éxitos de todos los tiempos para el bar de un colega. No me juzgueis tan duro.
Ayer estuve en «Alcances» viendo el documental sobre Lennon y su relación amorosa con el gobierno estadounidense. Muy entretenido. Se disfrutaban las canciones sonando en la húmeda y fresca noche gaditana. Quizás es que buscaba abrigo en ellas, pues todos nos contorsionabamos sobre las sillas de madera en busca de calor muscular. El año pasado fue igual, así que a ver si aprendemos y nos llevamos una rebequita y un cojincito. Que no se me olvide el próximo año.