Archivo de la categoría "en tierra de nadie"
1 de julio de 2007
Desde que perdàun disco duro hace unos meses llevo preocupado por la posibilidad de volver a perder información, además de acuciado y saturado por el crecimiento exponencial del tamaño y cantidad de los archivos.
Asàque me he planteado la posibilidad de adquirir algún tipo de almacenamiento extra, para no andar siempre moviendo cosas de un lado para otro y hacerme con algún sistema de copias seguridad, a ser posible automatizado, pues si depende de uno, nunca acaban haciéndose.
Estos son los requerimientos iniciales:
- gran capacidad (al menos 300 Mb o más)
- almacenamiento en red, para poder utilizarlo desde varias máquinas
- duplicidad de la información (para evitar las tediosas copias de suguridad y tener menos posibilidades de perder algo)
- utilizable desde Linux
Su adquisición serÃÂa conjunta con un sistema de gestión energ�tica SAI, pues de nada te sirve tener duplicada la informaci�n si un subida de tensi�n acaba chamuscando todo.
Y aqu� empieza el problema. Como siempre que voy a adquirir un equipo electr�nico, me pierdo en el mar de la indecisi�n. Por un lado, lo bueno casi siempre es caro. Y por otro, suele ocurrir que lo barato sale caro a la larga.
Despu�s est� el efecto capricho: como veas algo y se te antoje, no hay forma, tienes que pillarlo
En futuros mensaje os comentar� los equipos que m�s me han gustado, por si agui�n puede aportar algo. Gracias.
14 de junio de 2007
Acaban de oirse un par de explosiones tremendas. Una sobre el eco de la otra. Y un zumbido como de motor de avión que se apagaba muy despacio. Y no pude pensar en otra cosa que lo siguiente serÃa la onda expansiva.
De repente, se sintió la congoja de la realidad, se hizo el silencio, tan solo se podÃa oir el miedo de todos, en la forma de una pregunta sin respuesta -¿qué coño ha pasado?-, y los aullidos asustados de los perros en la lejanÃa. Ahora se que el miedo colectivo es un silencio inabarcable.
27 de mayo de 2007
El 27 de marzo de 2007 me rompà el fémur. Es odioso recordar fechas que te traen malos recuerdos, pero no se puede evitar, se pegan a la materia gris con insidia. Fueron 20 dÃas en el hospital y son dos meses sin poner el pie en el suelo. Os podéis imaginar.
En teorÃa estos 2 meses hubiesen sido perfectos para volcarse en esta bitácora y haber escrito todos los dÃas, pero la sensación más profunda que he vivido es el deseo de que el tiempo pase lo más rápidamente posible. Ninguna gana de dar rienda suelta a los malos momentos, y hubieron algunos, sobrevividos. Ni siquiera a los buenos. Aún no puedo andar, he perdido la escasa musculatura, pero estoy en ello.
Bueno, supongo que tarde o temprano, tenÃa que contarlo.
22 de abril de 2007
Esta noche tenÃa una cita con Nicolás. Pero no he podido ir. Ya os explicaré el porqué. No obstante, alguien me llamó desde Málaga y a través del teléfono móvil pude escuchar a Nicolás bramar, maldecir y montar una jarana tremenda. Y eso que se suponÃa que aparecerÃa solo ?¿. Asà que se que los que estuvisteis con Nicolás lo pasasteis muy bien. Me alegro. Y doy las gracias a V por acordarse de mi.
Ha sido una semana dura. Ni Darren Hayman, ni Bombones, ni Nicolás… bueno, ahora que me acuerdo, Pq me trajo bombones. Gracias a ti también.
Un abrazo a todos. Vivo y casi pataleando.
14 de febrero de 2007
Cuando me planteé escribir esta bitácora no era demasiaco consciente del compromiso que supone hacerlo. Hay que ser constante, pues no hay vida si de vez en cuando no hilvanas algunas frases y publicas unas palabras que puedan saciar la curiosidad del desconocido.
No dije a nadie que iba a abrir esta bitácora, me apetecÃa mantenerlo oculto, sobre todo porque no sabÃa en qué iba a terminar convirtiendose. De hecho, aún sigue asÃ, indefinida, entre vaivenes, con la única fidelidad de ser en parte yo. Y acucia saber que a pesar del pretendido anonimato, ya alguién se te acercó y te dijo: «Estoy leyendo tu blog». ¡Vaya responsabilidad!
Por ello, al igual que no telefoneo a ese amigo al que puede que le viniese bien mi llamada, aunque no dejo de pensar en que tengo que llamarlo en cuanto pueda, ha sido una constante el pensar que no quiero dejar abandonado esta punto de comunicación/reflexión pública. No lo voy a dejar morir, y me gustarÃa pensar que en el futuro voy a ser capaz de dedicarle el suficiente tiempo como para justificar su ahora intermitente existencia, esa vida que ahora básicamente es en mi cabeza, cada vez que pienso que este tema, esta idea, esta situación podrÃa venir bien para escribir y que a redacto bajo la ducha o en duermevela con la esperanza de que unas horas más tarde pueda recordarlo. Y las musas se escabullen con los recuerdos.
Se supone que una bitácora tiene un principio y un fin (esto último es seguro), pero ésta es aún material inacabado, desde los contenidos hasta el continente. Menús que no llevan a ningún sitio, páginas estáticas vacÃas, galerÃas de fotos sin fotos…. Me gustarÃa prometer que no siempre va a ser asÃ, pero sufro del mal de no acabar de nada, de los mil proyectos inconclusos, aspecto que me irrita y que ha acabado convirtiéndose en un aspecto algo paranoico de mi existencia cotidiana. No he acabado esto, cuando ya deseo empezar aquello. Y no quedo satisfecho. Y lo intento.
Si he de justificar mi contradicción, sólo podrÃa decir que el hecho de no escribir no se corresponde con flojera o desidia. Como ya os insinuaba anteriormente, he pasado los últimos meses involucrado en un proyecto conjunto con JC. Este se llama SurAventura, y ya es realidad como sitio web en la dirección: http://www.suraventura.net. Han sido unos meses de intensa tarea en las horas post-jornada de trabajo, compartiendo y aprendiendo a pelo. SurAventura es básicamente un directorio/guÃa sobre el turismo en la naturaleza andaluza realizado utilizando software gratuito o de bajo coste. Veremos si con el tiempo acaba siendo la referencia y el cauce participativo que esperamos. Eso nos ha animado a hacerlo al menos. Cualquier crÃtica, comentario o aportación os será sinceramente agradecida.
Espero que SurAventura aprenda a rodar a solas pronto y que yo pueda disponer de más tiempo para encontrarme con vosotros. En la calle o aquÃ, ¡nos vemos!
27 de enero de 2007
Lo que sigue es de octubre pasado pero no quisiera dejarlo morir sin publicar:
Supongo que no escribir mucho no es demasiado mal sÃntoma. No me ha ocurrido nada remarcable últimamente y además sigo muy ocupado.
El trabajo en suraventura.es, un portal sobre turismo en los entornos naturales de AndalucÃa va avanzando. Aún sigue cerrado al público pero poco a poco se le va viendo el color y es posible que en un par de meses esté en periodo de pruebas. No cuento más sobre su contenido porque me gustarÃa hacerlo al detalle más adelante.
Otro aspecto que me ha hecho no tener mucho tiempo para escribir es el haberme reencontrado con la música. Llevo unos dÃas escuchando todo lo que puedo y he tenido el placer de dar con unos cuantos discos que me han interesado. Todo empezó con un patada en plena cara: «The Drift» de Scott Walker (¡No, no es el gobernador de Wisconsin!). Supongo que semenjante bestialidad sonora me puso en orbita. Mucho más de lo que se podrÃa esperar de aquel que fue Ãdolo para adolescentes (Scott Engel), emperador del drama hecho canción perfecta (Scott Walker and The Walkers Brothers) y algo más que un «crooner» muy dificil de encajar por mentes estrechas (el resto de su existencia). Por otro lado, tenÃa pendiente «Chávez Ravine» de Ry Cooder. Ya sabÃa que me iba a gustar, de siempre me ha interesado la música de Cooder, desde que hace muchos años me encontré con «Bop till you drop», y eso que no es de sus mejores. Realmente no, lo primero que llamó la atención de él fue la música de informe semanal, creo. Utilizaban la banda sonora de la pelÃcula «Paris, Texas«. Si, ahà fue donde empezó todo. Me la grabaron en una cinta, de cromo, muy cara, que me costo un riñon pero se iba a grabar en una pletina Nakamichi. Y le pillé mucho cariño en mis noches de estudio universitario a pesar de que sonaba regular quizás por haberse grabado en semejante artilugio de sonoro lujo. ¡Cómo son los recuerdos!, se van entrelazando al salir, como el cabo de una madeja. Pues bien, excelente el raicudiano, que homónimo adjetivo merece. Después han sido otros discos menores, pero escuchandos con patente entrega: «The Soft and the Hardcore» de Tender Forever, «The Evens» de The Evens, Troy Von Balthazar. Al menos, nos queda la música.
26 de diciembre de 2006
Se fue la Navidad. Es curioso pero cada año pasa de una forma más pausada y tranquila, como si se diluyese. Quedan muy lejos aquellos años de la juventud y la niñez cuando estos dÃas estaban cargados de emotividad. Casi se agradece. Comer bien, dormir mejor, y descansar.
Esta tarde quedé con unos amigos a los que quiero mucho y a los que no veo demasiado. Unas copas de Pedro Ximenez, una canciones en el viejo tocadiscos y salimos a cenar. Esto dice mucho de como somos, de la facilidad para vivir al margen de la realidad que los tres tenemos. El dÃa 25 casi todos los bares y restaurantes permanecen cerrados y no habÃa demasiado donde elegir. Menos mal que al final encontramos algo y pudimos comer tranquilos y calentitos.
Parece que toda la noche me he regocijado en llevar la contraria a JS. Pero no ha sido asÃ. Simplemente no opinaba lo mismo. No quisiera haberle echo pensar eso. Me temo que lo poco que hablamos últimamente, lo poco que nos vemos, nos ha distanciado bastante. Y no me gustarÃa que fuese asÃ. Lo quiero mucho y lo echo lo mismo de menos.
Con CRML haciamos un trio. Ella no ha cambiado nada, sigue siendo nuestra CRML. Y reconforta su autenticidad. Y que aún nos aprecie, y nos haya llamado y nos hayamos visto.
Yo he estado muy elocuente. Se me escapaban las palabras por las comisuras de los labios y por los orificios nasales. Tanto sin compartir, tanto silencio, que las palabras no se dejaban retener y brotaban a borbotones. Al final casi me sentÃa un poco mal, como si se sonriesen al escucharme y se mofasen de la intensidad de mis expresiones. Me temo que debÃa hablar más, pero a la vez contenerme un poco. Creciendo en público.
1 de diciembre de 2006
De concierto a concierto. Parece que estos son la perfecta excusa para escribir. Esta noche en el Aulario La Bomba de Cádiz hemos disfrutado de la actuación de Stuart A. Staples y sus secuaces. Acabo de visitar su web y resulta curioso ver, en la lista que encabezada por «Concerts» constituye su espartana página de inicio, que la última fecha corresponde a: «NOVEMBER 30, CADIZ, Aulario la bomba». La falta de costumbre de que nos toque la china. Actuaron ayer en Madrid y antesdeayer en Barcelona, únicos conciertos en la penÃnsula… Cádiz se sale, a la altura de las capitales. Una vez más, gracias a Salvador y Cia.
El concierto ha sido fantástico, en familia, unas 100 personas ensimismadas y rendidas, y las canciones de Stuart sin Tindersticks incluso ganan en diversidad y sabrosas aristas musicales. Para recordar: la minúscula trompeta y exagerado saxofón, el metrónomo de una sola canción, las maracas para el bis (hubo bis), los movimientos y la forma de tocar del baterÃa, los sonidos extraidos de su guitarra por el solista, el teclado con test alcoholemico, la manera de sentir la música de Stuart, la melenita del contrabajista, … ¡ah! y la bonita voz y semblante de la telonera berlinesa de nombre y cancionero en español.
Es hora de dormir.
20 de octubre de 2006
Hoy es el primero de los dos conciertos de despedida que Monotors han pensado dar para decir adios. Asà es, lo van a dejar. Una de las bandas más valoradas de la provincia sorprende con esta decisión. Y duele, llevan tanto ahà y para todos eran una agradable referencia. Hace tanto tiempo que nos acompañan y regalan su vibrante quehacer. Sus 2, 3 o 4 conciertos anuales siempre eran momentos reseñables en la cotidianidad del sueroeste extremo que nos ha tocao vivir.
No es cuestión de apenarse en exceso. Pero duele, como si te dejase una amigueta de esas con las que tienes contactos ocasionales y que resulta fantástica para alibiar tu libido. No la volverás a ver. No más dosis de rock’n’roll monotorizado.
Tampoco creo que esta noche se pase demasiada gente por el concierto. Ya sabemos lo poco que se publicitan. Será como una reunión de amigos a la que no se si me apetece ir. No hay nada que celebrar. No suelo ir a los funerales.
De todas formas, lo más seguro es que nos veamos esta noche por la Calabaza Mecánica en Rota. El entierro definitivo será el próximo sábado en el Puerto de Santa MarÃa. Otra gira por la Costilla, que dirÃa Migui.
18 de octubre de 2006
«I hear the rain. I hear the rain.
I hear the rain.
Got to kill the pain…»
Ha estado lloviendo todo el dÃa. Y quizás parte de anoche cuando dormÃa. Ha llovido por intervalos, pero constantemente. Ha llovido en sinfonÃa. Ondulantemente. Sin viento. Una lluvia muy húmeda, más aún que el agua. Y todos nos fuimos a casa temprano.
Ha llovido de pronto. De un dÃa para otro, tras toneladas de sol de otoño. Ha llovido intensamente como hace mucho no lo hacÃa. Han caido ricas gotas de agua fresca. Son las primeras lluvias. No hemos visto el sol, pero nadie parecÃa triste.
Me alegro de haber paseado el domingo. Del baño de luz que recibà caminando junto al mar. Me alegro de los músculos de las piernas cansados. De haberme adelantado a la lluvia.
Y dicen que ha llovido mucho. Más que todo el otoño pasado. Y nadie parecÃa triste. Y me gusto el agua que corrÃa calle abajo. Ya llegó el otoño.
Y oigo la lluvia.