mascahierro.es
palabras bajo el peso de la gravedad

the piano has been drinking

No me resultar fácil escribir esto. Aún me da cierta sensación de vergüenza. Pero es bien simple.

«Me gusta tomar una copilla de vez en cuando»

No es para tanto, pero me sigue causando la misma sensación el afirmarlo.

Allá de chaval incluso tuve época abstemia. Los combinados y su glamour tuvieron la culpa de que acabase. Me encantaba como sonaba eso de «Bloody Mary» o «Tequila Sunrise». No me gusta lo dulce en exceso y de ahí al «Clavo Mohoso» made-in Chicho.

Luego fue la época «ron», Ron «Negrita», y todo terminó en blanco «Bacardi». Aún lo practico, es el que mejor trata mi estómago y se lleva bien con la cola, un poco dulce y bien ácido por varias rodajas de limón.

Bueno, esto de beber es bastante estacional. Hubieron temporadas  estivales «tinto con casera» y rachas «medianitos» (we will never forget you «Eclipse»). También estuvieron los días de radio, días de mosto y moscatel.

Si vuelves la vista atrás no resulta difícil identificar un periodo de tu vida con lo que bebías o dejabas de ingerir.

Me sigue gustando. No lo niego. Está unido a mi cultura, me relaja, me ayuda a evadirme. No siempre encontramos la medida (una pena no tenerte cerca Escohotado), pero volvemos al infinitivo una y otra vez. Podría citar muchos episodios de mi vida íntimamente ligados al beber. No es beber por beber, es beber por vivir.

Pero no era de esto de lo que pensé escribir.

La idea era la sensación. He cenado fuera, con un amigo. No ha estado mal: champiñones a la plancha, mejillones al  vapor con laurel y vino (creo), almejas y un poco de solomillo. Un rico vino tinto, a pesar del verano y del calor.

Me ha sentado increíble el vino. Me ha situado donde a todos nos gusta estar. Esa absurda sensación de que las cosas encajan, de que tu mente avanza rápido y tu lengua es capaz de pronunciar lo que habitualmente torpemente balbuceas. Incluso he llegado un poco más allá, esa sensación de falsa euforia. Y a pesar de la conciencia de que el vino me maneja, me siento feliz.

He disfrutado enormemente. He sonreído, he hablado con intensidad y sentimiento. Liberado de mi mismo.

Tan fácil, una buena cena y tres copas de vino. Lo habrás sentido muchas veces tal y como yo.

Ya lo decía Waits. El piano bebió, él no.

PD: Otro día, cuando se me olvide esta agradable sensación, os cuento los malos momentos pasados por culpa de «una copa de más». O mejor no.

arte meteórico

Es verano aquí… y Pepe nos deja otros dos fantásticos carteles:

meteoro junio

Mejor tarde que nunca…

take it easy (compilation)

A veces no está mal recuperar costumbres del pasado. Añoro los viejos tiempos cuando junto a Screamingmua nos partí­amos el cráneo para realizar selectas recopilaciones musicales, normalmente con motivos amorosos -que mejor regalo para demostrar cariño que una cinta repleta con canciones- y otras por pura diversión.

Pienso que el formato cd no se llevarí­a tan bien con nuestras «elaboradas» recopilaciones, pues la cinta se reproducía casi siempre secuencialmente, con lo que los temas iban sonando uno tras otro tal y como estaban pensados, mientras que en el láser resulta demasiado fácil pulsar un botón y saltarte aquel tema que inicialmente no te gusta tanto o buscar el que más. Algunas canciones necesitan tiempo. Añoranzas analógicas, supongo.

Pues bien, voy a emprender una nueva recopilación. Es para V, para que la ponga en su coche y «machaque» la carretera en sus momentos bajos. Como se trata de levantar el ánimo se llamará «Take It Easy» y me gustaría que me echaseis un cable. Nada, voy a ir poniendo la lista de temas por aquí y quien pueda colaborar añadiendo alguno, que lo diga. La Única condición es que sean temas divertidos y joviales y a ser posible, contengan la expresión «Take it easy» o alguna variante o tí­tulo que enganche con ella.

Bueno, ya tengo algunos temas, no definitivos, que iré actualizando:

1. «Take it easy» – Eagles
2. «Take it easy my brother Charlie» – Astrud Gilberto
   («Now», 1972, tema 6)
   Mi primer gran hallazgo, un temazo que va para la recopilación del tirón.
3. «Take it easy» – Desmond Dekker & The Specials

¿Me ayudas con alguna sugerencia?

driving around

V dice:
quillo!
V dice:
aún trabajando?
V dice:
soy v
mascahierro dice:
no, estoy a ver si escribo algo en mi bitácora que la tengo abandonada
V dice:
ah
V dice:
yo al final ni peli ni libro
V dice:
cuando terminé con la cena
V dice:
cogí­ el coche a eso de las 11 menos cuarto
mascahierro dice:
entonces?
mascahierro dice:
y?
V dice:
y acabo de llegar de dar vueltas por ahí­
mascahierro dice:
joder….
V dice:
pues nada pero tenia ganas de estar por la calle
mascahierro dice:
driving around
V dice:
y con el coche pongo la musica y a dar vueltas
V dice:
yeah!!
mascahierro dice:
es una sensación que me gusta
V dice:
si..y ami
V dice:
lo que pasa que me canso de dar vueltas por los mismos sitios…jajajja
mascahierro dice:
a veces, cuando vení­amos del cine con mg y sonaba una canción demasiado buena para cortarla
V dice:
se me qeuda el pueblo chico!!
mascahierro dice:
pues torciamos a la derecha en la gasolinera y dábamos vueltas y vueltas en el pueblo
V dice:
seguiais dando una vueltica no?? jajajajaa
V dice:
jaajjaja
V dice:
al final todos hacemos las mismas cosas….jajajajaa
V dice:
lo que pasa que sola en el coche es mas aburrido
V dice:
cuando se va con gente mola mas!!!
V dice:
pisas el acelerador y subes el volumen de la musica….jajajajja
mascahierro dice:
bueno… en realidad tampoco recuerdo que hablásemos
V dice:
no, no lo digo por hablar
mascahierro dice:
a no ser algo como «una vueltea más?»
V dice:
sino porque todos van escuchando lo mismo y flipando con ello
V dice:
jajajjaajajaj, buena frase
V dice:
uy rafa
mascahierro dice:
si?
V dice:
de la peli de mª antonieta
V dice:
habia unas cuantas de escenas y situaciones
V dice:
que es que me recordaban a mi
V dice:
te acuerdas de la peli cuando esta celebrando su cumpleaños’
V dice:
?
mascahierro dice:
mira por donde
mascahierro dice:
si, me acuerdo
V dice:
y el marido jugando a las cartas o no se qué
V dice:
mas aburrido el tio
V dice:
y ella super contenta queriendo mas y que no se acabe la fiesta…
mascahierro dice:
qué fuerte!
V dice:
y al final se va a ver amanecer…con unos cuantos mas..los mas marchosos…claro
V dice:
así­ me he sentido yo mogollon de veces….
mascahierro dice:
driving around….
V dice:
exacto!
mascahierro dice:
oye, puedo publicar esta conversación en mi bitácora
V dice:
jajaajaj queeeeee?
mascahierro dice:
si, eso
V dice:
pero y eso quien lo lee
V dice:
‘
V dice:
?
mascahierro dice:
no se, me da igual
V dice:
bueno….
mascahierro dice:
gracias

hard times, movie times

Los últimos dos meses han sido bastante duros. La enfermedad parece haberse adueñado de la realidad cotidiana. Respecto a la mí­a, empiezo a estar cansado, de la lenta recuperación, de las muchas visitas al médico, de las muchas horas de fisioterapia, del abogado, del perito médico, del inspector de la seguridad social, de las citas, de las idas y venidas. Luego está la extraña enfermedad de mi padre, de la que parece estar recuperándose. Además, los males de los familiares y allegados. Da mucho miedo cuando todo suena a enfermedad y su aliento se expande cual nube bruna sobre nuestras cabezas.

También estoy cansado de la necesidad de no estar parado, de inventarme mil tareas inconclusas e interminables. De trabajar como un mulo en trabajos indefinidos.

A pesar de todo, ya pasó la depresión con la empecé el año y ahora el ánimo es bueno y positivista. Seguiremos adelante.

La mejor ayuda ha venido de nuevo del cine, de las variadas y buenas pelí­culas vistas últimamente: ‘La escafandra y la mariposa’, ‘No es Paí­s para viejos’, ‘Juno’, ‘En el valle de Elah’, ‘4 meses, 3 semanas, 2 dí­as’, ‘Deseo Peligro’, ‘Hacia rutas salvajes’, ‘Irina Palm’, ‘This is England’, … Ojalá siga la racha… me refiero al cine, de lo demás, ya vale…

momentos estelares de la existencia

El dulce olor a regaliz que se desprende cuando abres el envase de un DVD+R, de doble capa y 2.4x, de la marca Verbatim.

Driving for movies

Me gusta el cine. Bueno, me gusta ver películas. Es una actividad recreativa que disfruto y a la que estoy dedicando más tiempo últimamente del que dejo para mi gran pasión, el disfrute sonoro. Nunca lo hubiese pensado, pero ha acabado siendo así.

Comparto la afición con un par de buenos amigos. Como en nuestro lugar de residencia sólo hay un cine, al que no puedo asistir por problemas de accesibilidad, ir al cine significa hacer kilómetros. Durante los últimos años nos hemos pateado casi todas las salas de cine en un radio de unos 50 kms. (incluso hemos llegado a alejarnos 150 kms para ver alguna peli). Kilómetros y kilómetros, llevamos muchos a las espaldas, basta con hacer una simple cuenta: dos o tres días a la semana, 30 o 40 kms por tramo, todo el año excepto el verano, bastantes años,… debería salir un número astronómico. No es únicamente que en los cines de mi pueblo sólo puedas ver las películas a 5 metros de la pantalla si estás «perjudicado» físicamente, también es que únicamente ponen el cine más comercial y vacuo.

Conducir para ver pelis no está tan mal. En el viaje de ida nos saludamos como buenos amigos y nos interesamos por lo que ocurre en la vida de los demás. Comentamos los últimos discos escuchados e incluso pisoteamos algún tema de actualidad, de esos que salen en los periódicos y la tv. En la vuelta, tenemos media hora segura para comentar la película, eso si ha merecido la pena, en caso contrario bastará con unas leves frases y la pregunta de si ha merecido la pena tanto kilómetro para ver la birria en cuestión.

De esa forma, con kilómetros y nocturnidad nos mantenemos casi al día respecto al cine que se estrena. Quiero decir, el que se estrena en la provincia de Cádiz. Son muchas las películas que no llegan a las salas de provincia. Y de un tiempo a esta parte, este hueco va quedando completo gracias a Internet. Así que, lo dicho, paso más horas frente a las imágenes que retozando en las últimas grabaciones de mis grupos favoritos.

Voy a utilizar una página que titulo «See No Evil» para listar las pelis que veo y qué me han parecido, aunque sea con una simple valoración numérica. Y si puedes, aconsejame alguna….

compromiso

Uf… cuanto hace que no escribía por aquí. Para hacerlo hace falta tiempo y de eso no tengo demasiado. Algo me dice que no debería dejarlo, que es bonito el esfuerzo, que es fundamental volver a este lugar de vez en cuando y dejar unas palabras. Al menos, no hay falta de intención ni tampoco falta de motivación: Paul Weller en Córdoba, el estreno de Bone Machine, la visita de Robyn Hitchcock al Puerto y, hace solo 3 días, el encuentro con Rufus Wainwright en Málaga. También quería haber escrito sobre la temporada cinefila invernal, de mis últimos trabajos gráficos, … No es por falta de material, pero si de tiempo e inspiración.

Hoy he visto «Leones por corderos», y cuando volvíamos a casa, al comentarla con los amigos, algo me ha dicho que no estaría mal sacar tiempo de donde no lo hay y ponerme a escribir al menos unas palabras de vez en cuando.

Gracias a los que me habéis leído y a los que me dais palabras de ánimo.
Nos seguiremos encontrando por aquí, de vez en cuando…

Suicidios cotidianos vol. 1

Utilizar el mundo digital como entretenimiento es uno de los peores errores que una persona puede cometer. Bueno, a no ser que lo tengas muy claro y no te dejes llevar por los muchos ganchos que la pantalla y sus secuaces suelen ofrecer. Esta noche, por ejemplo, se suponía que iba a escribir algo en este espacio. Me vine a la cama, con el portátil, lo encendí, y… abrí mi navegador favorito. Éste me avisa de que hay una actualización pendiente y procede a instalarla. Venga, ¡ánimo!, te esperaré.

Pero mientras, la típica e impertinente «bombillita» se enciende en tu cabeza. No podemos estar parados ni un minuto. «El tiempo es oro»… Mientras voy a hacer yo que se yo… Y cuando vas a pulsar ese fantástico icono de acceso rápido que te teletransporta en un periquete al escritorio, ¡puñetas!,… el icono ha desaparecido. Y otra ventanita te avisa de que aunque no está, ella se encarga de buscarlo y tu, ¡animo!, a esperar unos minutos a que lo encuentre o… se rinda.

Menos mal que tenemos Internet, abro otro navegador -mi favorito aún se está actualizando- y me pongo a buscar una solución para el icono «fugado». Mejor buscamos en inglés, lo importante es dar con las palabras adecuadas: s h o w + d e s k t o p + i c o n + m i s s i n g. Suspirar y nuestro buscador favorito nos ofrece una retahíla de enlaces con la solución. Este mismoy. Nunca es tarde para aprender algo nuevo… y más si es de «Güindous». Veamos, esto del «mostrar escritorio» no es un acceso directo… no es tan fácil de recuperar… bueno si. Las instrucciones son sencillas… menos mal que aquí en Internet hay mucha gente caritativa dispuesta a ayudar -una pena la irritante publicidad- y en unos minutos, creando un fichero «script» y situándolo en la carpeta adecuada -por cierto, la página está mal en esto-…. ya tenemos nuestro acceso rápido al escritorio.

Y… ¿para qué quería yo ir al escritorio? El navegador favorito se ha quedado pillado y no acaba de actualizarse, que le vamos a hacer, pulsamos cancelar que lo que le faltaba no es importante. Ya se te ha ido la hora que esperabas dedicar a escribir un poquito en tu abandonada bitácora. Es más, aun te queda revisar lo escrito y corregir las faltas de ortografía -al menos, las que veas a estas horas o seas capaz de reconocer-.

Lo dicho, utilizar tu computadora como divertimento cotidiano es un verdadero suicidio. Y lo hacemos a menudo. Resulta duro leer estas palabras de quién ama a estas jodidas máquina binarias… pero hay días que hasta yo desespero.