27 de enero de 2007
Lo que sigue es de octubre pasado pero no quisiera dejarlo morir sin publicar:
Supongo que no escribir mucho no es demasiado mal sÃntoma. No me ha ocurrido nada remarcable últimamente y además sigo muy ocupado.
El trabajo en suraventura.es, un portal sobre turismo en los entornos naturales de AndalucÃa va avanzando. Aún sigue cerrado al público pero poco a poco se le va viendo el color y es posible que en un par de meses esté en periodo de pruebas. No cuento más sobre su contenido porque me gustarÃa hacerlo al detalle más adelante.
Otro aspecto que me ha hecho no tener mucho tiempo para escribir es el haberme reencontrado con la música. Llevo unos dÃas escuchando todo lo que puedo y he tenido el placer de dar con unos cuantos discos que me han interesado. Todo empezó con un patada en plena cara: «The Drift» de Scott Walker (¡No, no es el gobernador de Wisconsin!). Supongo que semenjante bestialidad sonora me puso en orbita. Mucho más de lo que se podrÃa esperar de aquel que fue Ãdolo para adolescentes (Scott Engel), emperador del drama hecho canción perfecta (Scott Walker and The Walkers Brothers) y algo más que un «crooner» muy dificil de encajar por mentes estrechas (el resto de su existencia). Por otro lado, tenÃa pendiente «Chávez Ravine» de Ry Cooder. Ya sabÃa que me iba a gustar, de siempre me ha interesado la música de Cooder, desde que hace muchos años me encontré con «Bop till you drop», y eso que no es de sus mejores. Realmente no, lo primero que llamó la atención de él fue la música de informe semanal, creo. Utilizaban la banda sonora de la pelÃcula «Paris, Texas«. Si, ahà fue donde empezó todo. Me la grabaron en una cinta, de cromo, muy cara, que me costo un riñon pero se iba a grabar en una pletina Nakamichi. Y le pillé mucho cariño en mis noches de estudio universitario a pesar de que sonaba regular quizás por haberse grabado en semejante artilugio de sonoro lujo. ¡Cómo son los recuerdos!, se van entrelazando al salir, como el cabo de una madeja. Pues bien, excelente el raicudiano, que homónimo adjetivo merece. Después han sido otros discos menores, pero escuchandos con patente entrega: «The Soft and the Hardcore» de Tender Forever, «The Evens» de The Evens, Troy Von Balthazar. Al menos, nos queda la música.
2 de agosto de 2006
Con mucho retraso, es lo que escuchaba hace un mes, pero ahà van algunas de mis escuchas:Â
Bajo la aguja:
– Tom Verlaine – Tom Verlaine (1979)
– Los Grandes del Jazz Vol.17 – Big Joe Turner, Buck Clayton, Stuff Smith, Memphis Slim (1961)
– Los Grandes del Jazz Vol.37 – Francy Boland, Sahib Shihab, Joe Harris, Kenny Clarke (1957-59)
Bajo el láser:
– If You’re feeling sinister – Belle and Sebastian (1996)
– Tallulah – The Go-Betweens – (1987)
– Atlantic Rhythm & Blues Vol. 4 – Varios (1958-62)
– Mystery Girl – Roy Orbison (1989)
– Black Music for White People – Screamin’ Jay Hawkins (1991)
Sigo en la lÃnea de recuperar discos en vez de buscar nuevas sensaciones. Y es que obtengo más placer en ello que en rebuscar nuevos valores que no sugieren nada. En cuanto a los vinilos, entre los que me regalaron fue una grata sorpresa encontrarme con el primer disco de Tom Verlaine, obra que no conocÃa, a pesar de ser uno de mis artistas favoritos tanto por su obra con Television, una de las mejores bandas de la historia, como por su trayectoria en solitario. Es del año 1979 y contiene joyas como «The Grip of Love», «Flash Lighting» o «Breakin’ in my heart». Muy aconsejable. Si queréis curiosear a fondo en la obra de Tom Verlaine y cia, hay una excelente web al respecto: http://www.marquee.demon.co.uk/. El resto de los vinilos han sido de Jazz, de una vieja colección editada en España por la editorial Sarpe, Los Grandes del Jazz, que incluia vinilos con curiosas grabaciones en directo. No tengo mucha expericia respecto al Jazz, y probablemente sean grabaciones de segunda fila pero me sirven para acercarme a este estilo y después buscar otras obras más relevantes de los músicos que me llaman la atención. Un bonito regalo de mis sobrinas y mi hermano, nada más que 100 discos. Respecto a los cds, han sido muy variados. El segundo disco largo de Belle & Sebastian me parece excelente y se lo aconsejarÃa a todo el mundo. No tiene sentido resaltar ninguna canción. Escuchen y disfruten.
La noticia de la muerte de Grant McLennan me dejó fatal. El pasado 6 de Mayo el compositor australiano nos dejó mientras dormÃa en su casa de Brisbane. Una gran pérdida para todos los amantes del pop. Siempre he sido fan de Go-Betweens. Amo sus seis primeros albumes y empiezo a amar aquellos que han publicado después de su reciente reunión. No es fácil volver a la actividad facturando tan buenas canciones. Robert Forster ha tomado la decisión de cancelar la banda. Creo que es lo mejor. Tomé «Tallulah» y lo escuché con todo mi corazón. Me alegro mucho de haberme desplazado hasta Madrid con la única excusa de verlos hace un par de años (junto a Teenage Fanclub, que no estuvieron a su altura y eran los cabezas de cartel). Gracias Go-Betweens.
El volumen 4 de los 7 que componen la colección Atlantic Rhythm And Blues 1947-1974 está dedicado a los años 1958 a 1962. Como los demás, es puro jugo de la música editada por el fantástico sello Atlantic durante aquellos años: La Vern Baker, Ray Charles, The Drifters, The Coasters, Ben E. King, Solomon Burke,… Originariamente editados en una maravillosa edición en vinilo, la reedición en cd fue bastante pobre e incluso por motivos de capacidad se vieron obligados a descartar algun tema (los vinilos eran dobles). Suerte tenemos los que compramos algunos. De todas formas 100% aconsejables en el formato que sea. Pura gloria negra. Along Came Jones….
Siempre he tenido debilidad por Roy Orbison. Y creo que su música se la merece. No era Elvis, ni Cash, ni Lewis, ni siquiera Holly, simplemente Roy, con sus gruesas gafas negras y su ropa a juego. Pocos como él tenÃan argumentos para vestir de negro. Y que voz. Y que canciones. En 1989 sus amiguetes intentaron recuperar su carrera con este disco que lejos de ser un mero refrito, es una excelente obra repleta de momentos excelentes.
El último momento musical de estos dÃas pertenece al locajo de Screamin’ Jay Hawkins. Nada más por el tÃtulo merecerÃa curiosear este diso: «Música Negra para gente blanca». Fechado en 1990 es eminentemente un album divertido en el que el majara de Hawkins se lo pasa bien interpretando aquella música que le gusta. Incluso hay un par de temas bailables para ponerse al dÃa, una nueva versión de su clásico «I put a spell on you» (Te maldije) y el funkero «Strokin'» (Acariciando), y un par de versiones de Tom Waits , «Ice Cream Man» (El Vendedor de Helados) y «Heart Attack and vine» (Infarto y Vid, ?¿). No son sus clásicos de los 50, pero entretienen y divierten.
Por cierto, las traducciones de los tÃtulos admiten sugerencias.