un domingo cualquiera
Esta mañana he dado un largo paseo. Aproveché para visitar un mercadillo que ponen en el Pico de Barro. Sufrimos, me acompañaba IK, el azote del levante al pasear por el paseo marÃtimo y además pudimos comprobar el poco barro que le queda al pico, como ha envejecido bajo el azote del mar y los desaprensivos. No habÃa mercadillo allÃ, pues se habÃa cobijado en una plazuela cercana. Se siente la crisis. ¡Cuantos tenderetes repletos de todo lo que no se necesita! Esto es fantástico, hasta ahora en España reinaba «lo nuevo» y todo lo demás iba a la basura sin miramientos y en ignorancia de que a otros pudiera serles útiles. Y no vienen mal unos cuantos euros a cambio.
Multitud de mesitas de playa repletas de juguetes despreciados, pelÃculas -muchas sin abrir- de esas que se regalan con los diarios, ropa y complementos de bebes ya crecidos, objetos decorativos que perdieron su época, piezas y restos de ajuares que quieren menguar con los tiempos que corren.
No llevaba intención de comprar y sólo me tentó una copia de «Serenity», la pelÃcula que sobre la difunta serie «Firefly» que me divierte en estos dÃas, pero resulto ser una copia pirata y además algo rayada. Hubiera sido un detalle que fuese original.
Nada más que destacar en el dÃa, salvo que me he dado de alta en Twitter y me podéis seguir como @mascafer. Espero escribir más de lo que lo hago aquÃ.
Un abrazo a todos.