Perfecta contradicción
Cuando me planteé escribir esta bitácora no era demasiaco consciente del compromiso que supone hacerlo. Hay que ser constante, pues no hay vida si de vez en cuando no hilvanas algunas frases y publicas unas palabras que puedan saciar la curiosidad del desconocido.
No dije a nadie que iba a abrir esta bitácora, me apetecÃa mantenerlo oculto, sobre todo porque no sabÃa en qué iba a terminar convirtiendose. De hecho, aún sigue asÃ, indefinida, entre vaivenes, con la única fidelidad de ser en parte yo. Y acucia saber que a pesar del pretendido anonimato, ya alguién se te acercó y te dijo: «Estoy leyendo tu blog». ¡Vaya responsabilidad!
Por ello, al igual que no telefoneo a ese amigo al que puede que le viniese bien mi llamada, aunque no dejo de pensar en que tengo que llamarlo en cuanto pueda, ha sido una constante el pensar que no quiero dejar abandonado esta punto de comunicación/reflexión pública. No lo voy a dejar morir, y me gustarÃa pensar que en el futuro voy a ser capaz de dedicarle el suficiente tiempo como para justificar su ahora intermitente existencia, esa vida que ahora básicamente es en mi cabeza, cada vez que pienso que este tema, esta idea, esta situación podrÃa venir bien para escribir y que a redacto bajo la ducha o en duermevela con la esperanza de que unas horas más tarde pueda recordarlo. Y las musas se escabullen con los recuerdos.
Se supone que una bitácora tiene un principio y un fin (esto último es seguro), pero ésta es aún material inacabado, desde los contenidos hasta el continente. Menús que no llevan a ningún sitio, páginas estáticas vacÃas, galerÃas de fotos sin fotos…. Me gustarÃa prometer que no siempre va a ser asÃ, pero sufro del mal de no acabar de nada, de los mil proyectos inconclusos, aspecto que me irrita y que ha acabado convirtiéndose en un aspecto algo paranoico de mi existencia cotidiana. No he acabado esto, cuando ya deseo empezar aquello. Y no quedo satisfecho. Y lo intento.
Si he de justificar mi contradicción, sólo podrÃa decir que el hecho de no escribir no se corresponde con flojera o desidia. Como ya os insinuaba anteriormente, he pasado los últimos meses involucrado en un proyecto conjunto con JC. Este se llama SurAventura, y ya es realidad como sitio web en la dirección: http://www.suraventura.net. Han sido unos meses de intensa tarea en las horas post-jornada de trabajo, compartiendo y aprendiendo a pelo. SurAventura es básicamente un directorio/guÃa sobre el turismo en la naturaleza andaluza realizado utilizando software gratuito o de bajo coste. Veremos si con el tiempo acaba siendo la referencia y el cauce participativo que esperamos. Eso nos ha animado a hacerlo al menos. Cualquier crÃtica, comentario o aportación os será sinceramente agradecida.
Espero que SurAventura aprenda a rodar a solas pronto y que yo pueda disponer de más tiempo para encontrarme con vosotros. En la calle o aquÃ, ¡nos vemos!